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martes, 20 de septiembre de 2016

Hospital "Simón Bolívar" - Ocumare del Tuy


HOSPITAL "SIMÓN BOLÍVAR" – OCUMARE DEL TUY



El hospital “Simón Bolívar” vino a cubrir las necesidades de una población que iba en ascenso. Su construcción se inició en el año 1936 bajo la presidencia del Gral. Eleazar López Contreras, quien como gran admirador del “Libertador”, lo bautizó con su nombre; ordenando además, la reproducción de la firma de Bolívar a gran escala en la fachada del centro asistencial. El hospital fue inaugurado oficialmente el 19 de enero de 1937; estaba ubicado en la calle 2 de diciembre, sector El Rodeo, en Ocumare del Tuy, su construcción estuvo a cargo del arquitecto Hermes Romero Romís, el gobernador del Estado Miranda para aquel entonces era el historiador, novelista y poeta venezolano Rufino Blanco Fombona.

De acuerdo a la clasificación vigente para la década de los cuarenta, este hospital correspondía a una Unidad Sanitaria tipo “A”. Su capacidad inicial era de 72 camas, distribuidas de la siguiente manera: 24 camas en el servicio de Cirugía, 24 camas en el servicio de Medicina Interna y 24 camas en el servicio de Obstetricia. El hospital contaba con una sala de servicio de retén, donde se atendían y aislaban a los recién nacidos.

Además, se desarrollaban actividades de promoción y fomento de la salud y conservación y educación sanitaria, contando a su vez con una red secundaria de tisiología y venereología.

El hospital “Simón Bolívar” fue ideado con el propósito de servir a la población de Ocumare del Tuy, sin embargo, en el transcurso del tiempo se convirtió en hospital zonal, extendiendo sus servicios a todos los Valles del Tuy; inclusive a poblaciones de los Valles de Aragua y del Edo. Guárico.

Es importante mencionar que entre los años 1950 y 1958, este hospital alcanzó un excelente nivel de servicio, siendo su Director el Dr. Carlos Martínez Plaza, quien se caracterizó por su gran capacidad, disciplina y celo profesional, al no permitir la referencia de pacientes a otros centros de salud, excepto por aquellos casos que ameritaban una mayor atención médica. Para realizar esta labor, promovió y desarrolló la capacitación especializada de los recursos humanos disponibles, así como la dotación de instrumentos e insumos suficientes y adecuados para prestar una atención óptima al paciente. El reflejo de su trabajo, se evidenció en la realización de más de mil intervenciones quirúrgicas en su ejercicio dentro del hospital, como médico y Director.

Para el año 1951, el hospital tenía una capacidad arquitectónica de 90 camas, pero solo 56 eran presupuestadas. En este mismo año, comenzó a funcionar el servicio de pediatría con 10 cunas; ya existían para ese momento los servicios de traumatología, radiología y un puesto de Emergencia. Para esta fecha también, se culminó su primera ampliación, con un anexo adicional para la residencia de los médicos.

Algunos médicos conocidos como los Doctores: Cesar Acosta Hermoso, Leopoldo Mirabal, Arturo Castro Potentito, Gilberto Useche, Carlos Arocha Luna, Manuel Álvarez Gómez, Ricardo Guerra Navarro, Alí Milá de la Roca, Ramón Rodríguez Trujillo, Carlos Guerrero Abreu, Francisco José Parpacén, José Ramón Buonaffina, José Rafael Méndez Farrera, Juan de Mata Escorche, Rafael Vargas Medina, José Luis Villegas Briceño, entre otros, estuvieron al igual que el Dr. Martínez Plaza, compartiendo entre empleados y pacientes las vicisitudes diarias de la vida intrahospitalaria en este importante centro asistencial.

En el año 1952, el hospital se incorpora a labores de docencia, cuando recibe estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, para cursar el último año de carrera, siendo algunos de ellos, el Br. Tabata Guzmán, el Br. Arnaldo Arocha (más tarde Gobernador del Estado Miranda), el Br. Rafael Tovar, entre otros.

A lo largo del tiempo, se llegaron a realizar casi un millón de intervenciones quirúrgicas mayores, además de todas las actividades médicas en sus respectivas especialidades.

Cabe reseñar que en el año 1965, en esta institución, hizo sus primeras pasantías el bachiller Gilberto Rodríguez Ochoa, quien se graduaría al año siguiente como Médico Cirujano en la Universidad Central de Venezuela. Este personaje se convirtió años después en un destacado y brillante Médico y Docente al desarrollar una sólida formación en el área de la Dermatología y la Salud Pública, destacándose en la lucha social y la investigación médica. En su honor el gobierno del Presidente Hugo R. Chávez Frías le confirió su nombre al actual Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano, de la ciudad de Caracas.

Como en toda institución de salud, en algunas ocasiones se presentaban dificultades debido a la carencia de recursos económicos y humanos, sin embargo el empeño, compañerismo y voluntad de servir de todos los trabajadores lograban casi siempre capear el temporal. El hospital siempre se caracterizó por poseer un excelente y muy unido equipo de trabajo.

Este centro hospitalario, finalmente da paso al Hospital General de los Valles del Tuy “Simón Bolívar”, cuando la nueva sede es inaugurada el 27 de octubre de 1981 por el Dr. Luis Herrera Campins, para entonces Presidente de la República.


El hospital "Simón Bolívar" fue inaugurado oficialmente el 19 de enero de 1937, estaba ubicado en la calle 2 de diciembre, sector El Rodeo, en Ocumare del Tuy.
                                

Dr. Carlos Martínez Plaza, por muchos años Director del hospital Simón Bolívar, ejemplo de gran capacidad, disciplina y celo profesional


Fuentes


CASTELLÓN Hello.
Enciclopedia Esto es Venezuela.
Caracas, 1987.

FLORES Juan.
Crónicas de Ocumare (Documento manuscrito)

APONTE B. Manuel.
"El segundo nosocomio de Ocumare del Tuy".
Diario Noticias del Tuy. Página 9.
Ocumare del Tuy, 15 de junio de 2016.

FLORES Juan.
Datos Geograficos e Historicos de Ocumare del Tuy.
3ra edición. Ocumare del Tuy, 1993.

Tema desarrollado por: José A. Núñez M.
Diplomado en Docencia Universitaria.






DR. ARNALDO SÁNCHEZ
«La vida nos ha colocado en un sitio que, más allá de la creencia general, está lleno de magia y de historias. Un sitio donde confluyen la vida, la muerte, el sufrimiento, las risas, las lágrimas, el dolor… ¿El sitio?: un hospital público, y lo menos que podemos hacer nosotros es no ser indiferentes»